miércoles, 24 de octubre de 2012

EL SOSIEGO


La complejidad humana ha encontrado sosiego en la culminacion de sus obras: en los brazos del amante tras el fragor del encuentro sexual, en la rendicion del enemigo tras la batalla, en alcanzar la cumbre de los Himalayas, en el ultimo ladrillo, en el ultimo brochazo, la ultima letra.

Es el sosiego, pues, similar a final, lo que no es ni mas ni menos que la misma muerte, reflejo de una vida atormentada por su busqueda de significado. Encontrar sosiego es el objetivo del yoga y su metodo se basa en la destruccion minuciosa de la mente, como una y otra vez se ha repetido en todos los escritos clasicos que han sobrevivido al paso de los siglos.

Es, para el yoga, el sosiego similar a la muerte en vida. De hecho el yogui es un muerto viviente, un ser absolutamente frenado ante el devenir de la existencia para quien el valor del oro es el mismo valor que el de la arena, para quien la existencia es una estacion de paso.

Un cuento nativo americano habla de los dos lobos que habitan dentro de cada ser humano. Uno es oscuro, colerico, emboscado, al acecho permanente. El otro es pausado, retiene su agresion, vigila desde las cumbres. Ambos se encuentran en una guerra perenne. Cual de los dos es el que sale victorioso del enfrentamiento? El que alimentamos.

No podemos confundir el sosiego con la carencia de turbaciones: es como confundir la salud con la falta de enfemedad. Solo en su imposición es posible alcazarlo.


Artículo solicitado por mi buen amigo Ramiro para su nuevo libro, publicado por Kailas